Se suele entender el concepto de metapintura como “un cuadro dentro de un
cuadro”. No está equivocada está explicación sencilla, pero si nos adentramos
en la exposición temporal del Museo del Prado “Metapintura, un viaje a la idea
del arte” (15/11/2016-19/2/2017) descubriremos que se trata de algo más amplio.
Como dice el subtítulo, se trata de un tipo de obras pictóricas sobre la propia
idea de arte, aunque en esta amplitud caben tantas variantes que no es extraño
que la exposición ocupe doce salas (más de 100 obras), incluyendo géneros a los
que el visitante lego en pintura está acostumbrado, como los retratos. Por un
lado, puede criticarse esta inclusión algo “forzada”, pero por otra parte,
también se puede entender que los organizadores han hilado “muy fino” para
justificarla. El folleto informativo dice:
Lo que tienen en común estas
obras es que no sólo actúan como “ventanas” de una realidad exterior, sino
también como “espejos” en los que sus autores reflejan sus rostros o cuestiones
relacionadas con la historia de su actividad, con los usos y connotaciones
asociados a las imágenes o con las leyes que rigen la práctica de la pintura o
la escultura. Son obras que demuestran […] cómo el arte se ha convertido en
tema del arte.
Es decir, el arte visto desde
dentro, un recorrido del cambiante estatus que han tenido la pintura (y otras
artes) a lo largo de su historia. De ahí que se recojan obras que reflexionen
sobre religión y mitología, el origen de la propia pintura, el carácter
“mágico” de las imágenes, la idea de la fama o los riesgos de la profesión de
artista, el espacio de creación (talleres), museos y galerías de arte,
autorretratos y retratos de otros pintores.
Algunos espacios tratan de:
-relatos y leyendas de la mitología
y la religión, a través de los cuales se explicaba el impulso artístico;
-“El Quijote y las Meninas”, una
vitrina con dos libros perfectamente encuadernados, de la primera edición de los
dos volúmenes del Quijote, frente a un panel con una reproducción de las
Meninas: son hitos de la literatura y pintura autorreflexivas europeas, la
metaficción y la metapintura;
-“Cuando no basta el arte: el
poder de las imágenes”: aquí se enfocan las concepciones o el sentido que se
atribuían a las obras de arte, es decir, la veneración o la reprobación, según
supuestos poderes “mágicos”;
-“La pintura como signo”:
ejemplos de “cuadro dentro del cuadro”, con intenciones concretas que pretenden
expresarse de este modo, como la devoción, la sumisión, etc.;
-“Los límites del cuadro” es uno
de los espacios más originales y creativos, al experimentarse el “ilusionismo”,
confundiéndose realidad y pintura;
-“El rostro del arte”, donde
conocemos cómo los artistas querían ser percibidos, una veneración a la propia
personalidad de artista, mediante retratos y autorretratos;
-“Los lugares del arte”, donde se
ilustran los espacios de aprendizaje y de creación artística, además de donde
se exponían las obras;
-reflexión del arte y los
artistas desde la Ilustración, donde se cuestionan algunas imágenes muy
arraigadas o los propios asuntos relacionados con el artista, como el amor, la
muerte y la fama.
A continuación cito algunas de las obras expuestas. Disculpad el desorden y la falta de precisión de los comentarios, ya que este sitio es sólo un blog donde tomo anotaciones de manera pública.
***
"Tiziano y la Pintura", anónimo
italiano. Bases del arte de la pintura, dibujo (compás) y color (paleta).
Tiziano, "Autorretrato" de perfil.
A Tiziano se le considera padre del color en la pintura. El perfil era
característico de hombres ilustres, como en las medallas o monedas.
Zurbarán, "Cristo crucificado
contemplado por un pintor", 1650.
Gérard David, "La Virgen con
el Niño", 1520. Idea del cuadro como “ventana”.
Anónimo flamenco, “El Calvario”, h. 1520. La pintura se confunde con la realidad. El calvario está entre nosotros.
Francisco Ribalta, "San Lucas", 1625-27. Se
enfatizan los ojos, porque son el órgano vinculado con la profesión de la
pintura. Es muy interesante la figura de san Lucas porque, además de
evangelista y médico, fue representado como pintor en el s. XVII. De ahí que
los pintores se autorretrataran como san Lucas. Hay que decir, además, que el
tema religioso en pintura era un buen pretexto para los pintores para
autorretratarse. Símbolos de poder como la religión o la corona, si el artista
era agudo, eran el pretexto para el arte, cuando lo normal es que sea al revés.
José García Hidalgo, "Dios padre
retratando a la Inmaculada", 1690. Tópico del Deus Píctor. En los letreros tipo
“cómic” del cuadro se lee en latín que el pintor “faciebat” la obra, en
imperfecto, como acción no terminada, no perfecta. En cambio, Dios “fecit”:
termina la obra en toda su perfección. (La imagen es pequeña y de poca calidad, disculpen que aquí no se pueda ver el detalle.)
Narciso “inventó” la pintura al
contemplarse reflejado. Su fatal final indica los peligros de la profesión de
pintor: conflicto, tensión…
Juan Gómez de Navia, "El origen de
la pintura". Según cuenta Plinio, la hija del alfarero Butades, a la luz de un
candil, dibujó la sombra de su amante.
Fray Juan Andrés Rizi, "San Benito
destruyendo los ídolos". Las obras de arte podían ser consideradas objetos de
culto. Los ídolos (en este cuadro, una escultura de Apolo) eran
representaciones del poder, que debían ser destruidos, y suplantados por obras
religiosas cristianas (¿y no eran éstas otras representaciones del poder?). De
la rota escultura de Apolo surge un demonio: a las obras de arte se les
atribuyen poderes, temores, etc.
Se trataba de introducir la misma
idea de “arte”, calidad y belleza, para potenciar la eficacia devocional de
pinturas y esculturas.
Juan Sánchez Cotán, "Bodegón de
caza, hortalizas y fruta", 1602. El bodegón es el género del artificio y del
ilusionismo. En este cuadro, claramente tridimensional, los objetos parecen
salirse del lienzo.
Lucas Valdés, "Terremoto detenido por la intervención de la imagen de san Francisco de Paula", 1710.
Anónimo, "Milagro en Tolosa de san
Antonio de Padua" (conversión de un albigense: el milagro consistía en que pusieron una hostia sagrada en un cesto con paja para una mula, y ésta no comió).
Sofonisba Anguissola, "Isabel de
Valois sosteniendo un retrato de Felipe II". Una de las pocas pintoras de esa época, de enorme calidad.
Velázquez, "Las hilanderas" o "La fábula de Aracne", 1664.
Muestra de “arte infinito”, para reivindicar la pintura como arte liberal. Era
conocida la “competencia” entre Tiziano y Rubens, ya que este último “copiaba”
al italiano; sin embargo, Velázquez los supera porque no se ciñe a esa escena,
sino que representa la escena duplicada, con la realidad y el mito.
Rubens / Jan Brueghel el Viejo, "La Vista", 1617-1618.
Vicente Carducho, su famoso tratado "Diálogos de la pintura",
1633. “En la que tabla rasa tanto excede / que vee todas las cosas en potencia,
/ solo el pincel con soberana ciencia / reducir la potencia al acto puede.”
La misma página del libro aparece
en Juan de Valdés Leal, "Alegoría de la
vanidad". Género "vanitas", nótense las pompas de jabón, símbolo de lo efímero.
David Teniers, "El archiduque
Leopoldo Guillermo en su galería de pinturas de Bruselas". El énfasis en
demostrar la importante consideración de la pintura en estas obras tenía como
objetivo la defensa del propio gremio de los pintores, que aspiraban a ocupar
una posición social cada vez más importante.
Alberto Durero, "Autorretrato",
1498. A partir de este momento, los retratos, que tenían un valor meramente
utilitario para demostrar poder, empiezan a ser considerados obras de arte.
Goya, "Sueño de la mentira y la
inconstancia" / "Volavérunt". Nótense las alas de mariposa en la cabeza.
Goya, "Retrato de Gaspar Melchor de Jovellanos". El ministro, con su libro Elogio de las bellas artes, da comienzo en España al estudio de la historia del arte y la reflexión sobre éste: para él la pintura está vinculada a los conceptos de “verdad” y “naturaleza”.
Enlaces relacionados:
http://babumagazine.com/arte/metapintura-en-el-prado-algo-mas-que-una-exposicion/
http://masdearte.com/arte-dentro-del-arte-metapintura-en-el-museo-del-prado/
http://babumagazine.com/arte/metapintura-en-el-prado-algo-mas-que-una-exposicion/
No hay comentarios:
Publicar un comentario