miércoles, 3 de julio de 2019

Erik Vogler y los crímenes del rey blanco

Osés, Beatriz (2014). Erik Vogler y los crímenes del rey blanco. Barcelona: Edebé.
144 páginas.
Precio: 10,20 €

Imagen propiedad de Amazon.



Crítica:

Novela juvenil de gran éxito. Ya está todo dicho acerca de este libro en otros blogs (más abajo pongo enlaces), así que me limitaré a apuntar aquí mis comentarios y lo que pueda servir de ayuda a otros profesores de secundaria.
Frente a otras novelas juveniles que quizá requieran una mayor voluntad del alumno, ésta ofrece un potencial éxito para lectores algo perezosos. Me refiero a que contiene todos los ingredientes, o los necesarios, para mantener atención y expectación constantes: acción, intriga, suspense, personajes con carácter, violencia... Hay otras novelas juveniles que quizá tengan mejor calidad, como también hay novelas de público adulto de mayor calidad frente a otras. 
A mi juicio, Erik Vogler es un acertado bestseller al estilo moderno, al que no le falta calidad literaria, pero donde la amalgama de recursos estudiados y calculados para el éxito hace pensar en un constructo fácilmente "tragable" para todo tipo de lectores. ¿Es eso malo? Para nada, y menos cuando se trata de lectores menores de edad. En adultos sí es posible un debate sobre calidad literaria cuando unos escritores buscan ante todo el éxito en las ventas, mientras que otros anteponen su ejercicio personal o su acercamiento al canon literario.

Liberado pues Erik Vogler de su intención comercial (ya que todas las novelas juveniles la tienen, o no estarían las editoriales regalándonos libros de muestra a los Departamentos de Lengua de los institutos), vamos a ver qué lo hace tan atractivo y fácil de leer:

1) Los personajes: a diferencia de los de otras novelas, algunos de los personajes creados por la autora, sobre todo el protagonista, están admirablemente vivos. Esto lo logra mediante el constante énfasis en sus peculiaridades y en sus emociones y, sin ser necesario que el narrador explique cómo son, los vemos a través de su forma de actuar y de los diálogos. Parece que hay en Erik Vogler una estela de Seldon de la serie Big Bang Theory o de Dustin Hoffmann en Rainman; no deja de parecernos una especie de Asperger, pero más que carencias sociales, las manías de nuestro protagonista son materiales, es decir, en torno a objetos y espacios personales. Los incisos en la acción para describirnos las constantes manías y el pueril materialismo del adinerado personaje logran evitar el típico personaje "títere" que está presente en muchas otras novelas, simple testimonio de la acción, sin personalidad ninguna. 
En las novelas, suelen darse dos casos opuestos, y pongo de ejemplo a Cervantes: o bien la acción domina sobre los personajes, promoviendo una sucesión de eventos y de espacios que el narrador quiere resaltar, como sería el caso del Persiles (novela bizantina), o bien los personajes dominan sobre la acción, porque se quiere aportar a través de ellos un determinado psicologismo, una filosofía o unas emociones que deben transmitir algo profundo al lector, y sería el caso del Quijote (novela de personaje). Hasta ahora, por lo que he visto, predominan en literatura juvenil las novelas de acción, de personajes planos en la terminología de E. M. Forster (aunque Erik Vogler tampoco evoluciona mucho, que digamos). 

2) El entorno de la acción: es muy, muy bueno situar la acción en Alemania. Es un país poco explotado y que no nos ofrece hoy en día ningún rechazo a los españoles. Si fuera Inglaterra o EEUU, estaría ya manoseado y agotado; si fuera Francia, sería empalagoso y repelente, al pertenecer a tópicos demasiado explotados (Amélie, Moulin Rouge, etc.); si fuera Italia, a no ser que fuera en otra época, no se lograría la cercanía con los lectores, etc. Alemania es un país interesante: lo bastante cercano al ser europeo y con un status socioeconómico moderado (no estamos hablando de Suiza) y lo suficientemente desconocido para que no esté agotado. Todo lo que pase en Alemania parece original: es fascinante la trilogía de novela negra Berlin Noir de Philip Kerr, o las películas alemanas Das Boot, Goodbye Lenin o Los falsificadores, sin que haga mencionar la serie Dark. (Perdonen la germanofilia.)

3) La clase social: entre otros ingredientes originales la autora ha sabido atinar con otro recurso poco explotado: los pijos. Esta clase social, ineludiblemente alejada de la de la mayoría de los lectores, produce una cierta risa por la distancia y la visión de la realidad que tienen estas personas adineradas. Como en el teatro griego, los personajes de una novela pueden ser superiores a los espectadores (tragedia) o inferiores (comedia). Aquí, las ridiculeces de los Vogler (padre e hijo) y los problemas que tienen, inaplicables a nuestras vidas, nos hacen verlos como personajes risibles. Sin embargo, son el sostén de la historia y, muy lejos de ser detestables, caen simpáticos. Me pregunto si sería un caso parecido, en cuanto al efecto de la obra sobre el lector, el de Will Smith en la serie El príncipe de Bel Air, con su enorme casa americana, ante un público de raza negra de clase baja.
Al igual que sucede con la ciencia ficción, donde el deliberado alejamiento de un entorno real produce una conexión con la realidad, aquí el intencionado alejamiento del status social produce, gracias a la ficción y a esa simpatía de los personajes, una cierta identificación, por difícil que parezca. En los cuentos populares se habla de príncipes y princesas, pero a todo el mundo les han gustado siempre y logran transmitir enseñanzas y emociones. Aquí, la autora, con estos personajes tan pintorescos, lo consigue también.
Cabe mencionar también, como otra excentricidad, que no esté presente la madre y la familia esté formada, en principio, solamente por un padre y un hijo. Causa extrañeza, por lo que nos condiciona ante otros posibles comportamientos extraños de los personajes. Una familia sin madre es, realmente, tan extraña que inevitablemente nos va a despertar interés. Así lo hizo Michael Ende con Bastian y su padre en La historia interminable.

4) La ficción "variable": llama la atención que en la misma novela tengamos fenómenos paranormales, con la aparición del fantasma de Sandra Nadel, a la vez que acción objetivada en términos verosímiles, con actos que puede realizar un niño de la edad del protagonista y las realistas "pifias", como olvidarse las llaves de su casa cuando huye de Grasberg. Me gustaría defender la postura de que lo del fantasma sobra y que se debería haber buscado otra manera de que Erik entrara a investigar los asesinatos, pero la verdad es que las escenas de fantasmas son procedentes y enriquecen la narración. La primera razón es para inquietar al lector, porque eso ocurre al principio y todavía no se sabe muy bien de qué va la novela; la siguiente es para ilustrar mejor a Erik Vogler, porque sus reacciones asustadizas nos hacen conocerlo mejor y producen risa; y, por último, el fantasma no sobra como exceso de ficción porque toda la novela, claramente, es ficción cinematográfica. Cuando Erik está siendo perseguido por el asesino y apaga las luces de la casa con un cortocircuito, tenemos a Macaulay Culkin en Solo en casa, así como cuando le clava el destornillador en una pierna, etc. Sabemos que es una novela con final feliz y que el narrador nos lleva adonde quiere. Además, nos importa el personaje más que la acción: cualquier hecho, por imposible que parezca, queda revelado en la acción narrativa mediante la reacción del protagonista, que es lo que el lector observa.

Todo lo demás es el tradicional repertorio de recursos de una novela de éxito comercial: asesinatos, un personaje débil y vulnerable que se enfrenta a un "malo" peligroso, intriga, alguna escena violenta, etc. Cabría añadir aquí lo del fantasma, que le encanta a los adolescentes (los profesores sabréis que, si les dejáis ver vídeos de YouTube, los alumnos van a poner vídeos de avistamientos "reales" de fantasmas y de ovnis, que mirarán embobados). Si el bestseller fuera para adultos, a todo esto habría que añadir escenas eróticas, el cebo que todos pican.

En conclusión, la novela es muy recomendable para 1º y 2º de ESO. Sospecho que no sirve para leer en voz alta en clase, pero sí como lectura obligatoria trimestral. 



Muestra del primer capítulo:

https://www.edebe.com/publicaciones-generales/img/cast/113993.pdf

He aquí reseñas bastante buenas del contenido del libro:

https://elaventurerodepapel.blogspot.com/2017/02/erik-vogler-y-los-crimenes-del-rey.html

http://www.eltemplodelasmilpuertas.com/critica/erik-vogler-crimenes-rey-blanco-erik-vogler/913/

http://topcultural.es/2015/02/19/resena-lij-erik-vogler-y-los-crimenes-de-rey-blanco-de-beatriz-oses/


Listado de capítulos:

Capítulo I. El billete equivocado, p. 11
Capítulo II. Lejos de Nueva York, p. 15
Capítulo III. En el balcón, p. 19
Capítulo IV. La fotografía del periódico, p. 25
Capítulo V. Un fantasma en los talones, p. 29
Capítulo VI. La pieza de ajedrez, p. 35
Capítulo VII. El disco de Schubert, p. 39
Capítulo VIII. Un vecino peculiar, p.  43
Capítulo IX. Jaque mate, p. 47
Capítulo X. La pesadilla, p. 53
Capítulo XI. Algo en común, p. 59
Capítulo XII. Una inquietante sorpresa, p. 63
Capítulo XIII. La primera víctima, p. 67
Capítulo XIV. La sonrisa de Albert Zimmer, p. 73
Capítulo XV. Noche de insomnio, p. 77
Capítulo XVI. La decisión de Eric, p. 83
Capítulo XVII. El autobús de Bremen, p. 87
Capítulo XVIII. Las llaves perdidas, p. 91
Capítulo XIX. Una desagradable sorpresa, p. 95
Capítulo XX. El rey blanco, p. 103
Capítulo XXI. El enfado de Berta Vogler, p. 109
Capítulo XXII. En la oscuridad, p. 115
Capítulo XXIII. Cada vez más cerca, p. 119
Capítulo XXIV. El último cerrojo, p. 125
Capítulo XXV. Buscando a Erik, p. 129
Capítulo XXVI. A solas con el señor Adler, p. 133
Capítulo XXVII. De vuelta a casa, p. 139


Posibles actividades relacionadas con la lectura del libro:

Ajedrez: representar la partida de ajedrez entre Albert Zimmer y Erik Vogler en el Capítulo IX, páginas 47-48. Se puede poner el proyector y utilizar alguna página de ajedrez como https://lichess.org/, promoviendo la participación del alumnado, o bien pintar en la pizarra el tablero e ir representando los movimientos con borrador y tiza.

Música clásica: localizar y escuchar La muerte y la doncella, de Schubert (Der Tod und das Mädchen). La audición puede realizarse jugando partidas de ajedrez por parejas. Aquí hay un enlace del Allegro de la obra:
https://www.youtube.com/watch?v=urg5o9dByts

Geografía y TICO: localizar en un mapa Bremen y Grasberg, las localidades de Alemania en las que transcurre la novela, la distancia entre ambas y cómo llegar de una a otra con Google Maps. No deben olvidar buscar Hamburgo, donde en sus afueras fue encontrado el cadáver de Sandra Nadel. También pueden intentar localizar las estaciones de autobuses.

Aquí hay una interesante guía de lectura y actividades:

https://comentandotextos.wordpress.com/2018/10/26/guia-de-lectura-erik-vogler-y-los-crimenes-del-rey-blanco-2oeso/


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