jueves, 28 de enero de 2021

Comentario de "Sed de amores tenía", de Rosalía de Castro

 

“Sed de amores tenía”, de Rosalía de Castro (LXXXIX, En las orillas del Sar, 1909)

 







Sed de amores tenía, y dejaste 10-                                       

que la apagase en tu boca, 8a                                               

¡piadosa samaritana! 8-                                                         Primera parte

Y te encontraste sin honra, 8a                                                          

5          ignorando que hay labios que secan 10-                              

y que manchan cuanto tocan. 8a


¡Lo ignorabas... y ahora lo sabes! 10-

Pero yo sé también, pecadora 10A                                       

compasiva, porque a veces 8-                                              

10        hay compasiones traidoras, 8a                                              Segunda parte

que si el sediento volviese 8-                                               

a implorar misericordia, 8a                                                  

su sed de nuevo apagaras, 8-                                    

samaritana piadosa. 8a                                                         


15        No volverá, te lo juro; 8-                                          

desde que una fuente enlodan 8a                                          Tercera parte

con su pico esas aves de paso, 10-                                       

se van a beber a otra. 8a                                                       

 

Contextualización: tipo de texto, género, movimiento literario, autor, obras, estilo.

El texto está en verso y es de género lírico, pues trata de sentimientos. Pertenece al movimiento literario del Romanticismo, que se caracteriza por el subjetivismo, la evasión de la realidad, el simbolismo de la naturaleza, la exaltación de las emociones, el irracionalismo y la libertad creadora (por ejemplo, en la polimetría de los versos).

La autora del poema es Rosalía de Castro, poeta gallega de la segunda mitad del siglo XIX, muy vinculada a su tierra natal. Escribió obras en gallego, pero en su madurez escribió en español su libro En las orillas del Sar, al que pertenece este poema. Es una obra de tono pesimista en la que predomina el conflicto entre los sueños y la realidad.


Resumen

El poema es una reflexión sobre una experiencia amorosa en la que la poeta se sintió traicionada, pero, al mismo tiempo, reconoce que volvería a conceder amores a ese hombre si se lo volviese a pedir. Se percibe que lo echa de menos, aunque también lo desprecia. Es un conflicto de sentimientos.


Tema

Podría enunciarse el tema de este modo: “deseo y desprecio de un amor traicionero”. Otra posible forma de expresarlo sería: “conflicto interno entre esperanza y repulsa amorosas hacia un hombre que deshonró a la poeta en el pasado”.


Estructura interna: en qué partes se divide según lo que trate, resumen de cada una

El poema, internamente, se divide en tres partes:

Primera parte: versos 1 al 7. La poeta se amonesta a sí misma por el error de haberle concedido amor físico a un hombre que luego la deshonró.

Segunda parte: versos 8 al 14. En contraposición a lo anterior, reconoce tener el sentimiento contradictorio de que volvería a complacer a ese hombre si pudiera.

Tercera parte: versos 15 al 18. Finalmente, se autoconvence de que ese tipo de hombres no vuelven y se van a buscar otras mujeres para aprovecharse de ellas.

 

Estructura externa: explicar el esquema métrico

Externamente, el poema está formado por dieciocho versos, la mayoría octosílabos, pero con algunos decasílabos, en disposición libre. La rima es asonante, con las vocales o-a, en los versos pares.


Análisis lingüístico: campos semánticos, categorías gramaticales, funciones del lenguaje y figuras retóricas

Se podrían citar los siguientes campos semánticos[1]:

a) Necesidad: sed, sediento, implorar.

b) Satisfacción amorosa: amores, boca, labios, tocan, fuente, beber.

c) Virtud moral: piadosa samaritana, compasiva, compasiones, misericordia.

d) Inmoralidad: sin honra, secan, manchan, pecadora, traidoras, enlodan.

Los dos primeros, a y b, pueden agruparse en uno (“necesidad y satisfacción amorosas”). Los dos segundos, c y d, también (“moralidad e inmoralidad”).

Respecto a la observación de las categorías gramaticales, los sustantivos concretos y abstractos están repartidos más o menos equitativamente. Destacan los concretos “boca”, “labios”, “pecadora”, “sediento”, que expresan claramente que hubo amor físico, y los abstractos “amores”, “compasiones”, “misericordia”, “honra”, que expresan los sentimientos e implicaciones morales de ese amor.

Los verbos están en tres tiempos, principalmente, repartidos de acuerdo a la estructura interna: en la primera parte destacan los verbos en pretérito y en presente: “dejaste”, “encontraste”, “ignorabas”… frente a “secan”, “manchan”, “sabes”, por lo que está contraponiendo hechos pasados con presentes. En la segunda parte, destacan los verbos en subjuntivo: “volviese” y “apagaras” (éste con valor de condicional, “apagarías”), con los que se está planteando una hipótesis. En la tercera, aparece el futuro, “no volverá” y de nuevo retorna al presente, “juro”, “enlodan”, “van”.

Las funciones del lenguaje predominantes en el texto son la función expresiva, mediante el uso de la primera persona (“yo sé”), en las exclamaciones y en que la poeta está expresando su propia opinión sobre la experiencia vivida. La función apelativa aparece en el uso de la segunda persona: “dejaste”, “te encontraste”, “apagaras”, que se confunde con la función expresiva porque la poeta está hablando consigo misma. La función poética se manifiesta en la clara intención de embellecer el lenguaje mediante el uso de las siguientes figuras retóricas:

Hipérbaton: “sed de amores tenía” (v. 1). El orden lógico es “Tenía sed de amores”. También en el v. 13: “su sed de nuevo apagaras”à “apagaras de nuevo”. Y en el verso 16: “una fuente enlodan” à “enlodan una fuente”.

Encabalgamiento: entre los versos 1 y 2, 5 y 6, 8 y 9, 11 y 12, 16 y 17.

Metáfora: “sed” equivale a ‘necesidad’, ‘deseo’, vv. 1 y 13.

Epíteto: “piadosa samaritana”, v. 3, porque una samaritana es una persona que ayuda, de modo que se supone que es piadosa.

Sinécdoque: metáfora de la parte por el todo, “labios” equivale a “hombre, amante”, en el verso 6.

Paralelismo: “que secan” y “que manchan”, pron. relativo + verbo (vv. 5 y 6).

Hipérbole: “que secan y que manchan cuanto tocan” (vv. 5 y 6) es una exageración.

Antítesis: “Ignorabas…/sabes” (v. 7).

Personificación: “compasiones traidoras” (v. 10), porque la traición es propia de seres humanos. Pero también podría considerarse una paradoja o un oxímoron, al unirse un sentimiento bueno (la compasión) con un efecto malo (la traición).

Símbolo: “fuente” (v. 16). Un símbolo en poesía lírica es un elemento de la naturaleza que representa un concepto (=algo abstracto). La fuente es la satisfacción amorosa, el placer del amor. La fuente es lo que sacia la sed de amores. Cuando alguien, al satisfacerse, ensucia o enloda la fuente, quiere decir que lo estropea, lo deja inservible (deshonrando a la mujer, por ejemplo).

“Aves” (v. 17) puede ser símbolo porque tradicionalmente significa “ilusiones amorosas”, o lo podemos considerar metáfora si con “aves de paso” nos referimos a las personas que buscan amores ocasionales, sin compromiso.

 

Comentario

El poema confluye adecuadamente en la corriente romántica sobre todo por el irracionalismo, ya que muestra un conflicto entre sentimientos contradictorios: el del ego herido de ella, más racional, y el del deseo de satisfacción amorosa, más emocional.

Se puede relacionar este poema con la figura de don Juan Tenorio, personaje literario revitalizado en la obra de José Zorrilla, muy apreciado por los románticos por su carácter rebelde y libertino, en contra de las normas de la sociedad. Aquí la poeta es víctima de un don Juan, pero, como siempre ocurre con este personaje, es tan odiado como deseado.

 Un comentario más profundo relacionado con las alusiones a la poesía tradicional y la tesis de anteponer el disfrute amoroso a sus consecuencias puede leerse en esta otra entrada:

https://elcandildelfilosofo.blogspot.com/2020/02/aves-de-paso.html


P. S.: Este comentario está orientado a 4º de ESO. Si hay imprecisiones o necesita correcciones, pueden deberse a la adecuación a dicho nivel.



[1] Los campos semánticos deberían ser de la misma categoría gramatical. Aquí usamos esa nomenclatura por sencillez, pero, al ser palabras de distintas categorías, el término correcto es el de isotopías textuales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario