El candil del filósofo
jueves, 11 de septiembre de 2025
Recopilación de plantas silvestres
viernes, 21 de marzo de 2025
Lugares a los que ir
Voy a anotar aquí lugares a los que he ido, teniendo en cuenta, sobre todo, aquellos en los que he hecho pernocta, ya que ese tipo de viajes rápidos en los que he pasado una o dos noches fuera de casa me regeneraban mucho. Por eso, esta serie de anotaciones tienen dos funciones.
La primera, tener a mano, como una guía rápida, todos los lugares que me han gustado para volver cuando quiera o cuando pueda.
La segunda es mentalizarme de que no necesito comprarme nada. Llevo semanas o meses, teniendo en cuenta las rachas de pensar tonterías, de buscar casas baratas en pueblos a menos de dos horas de Madrid o de furgonetas cámper, que todavía no sé hasta qué punto me gustan. Tengo en cuenta, sobre todo, a mi gata: ¿qué haría, llevármela a la casa del pueblo cada vez que vaya, con todo lo que conlleva meterla en el transportín y estresarla en el coche, o dejarla el fin de semana sola en mi casa, aburrida y tirando arena y comida por la cocina? Por eso creo que es mejor que no haga pereza de buscar excursiones y hostales, que pueda irme a sitios distintos cada vez, aunque repita muchas veces algunos que me gusten. Más repetitivo sería tener una casa y tener que ir siempre allí.
Dicho esto, manos a la obra. Iré haciendo esto poco a poco, actualizándolo cada cierto tiempo. Pongo tiempos y distancias desde mi casa.
Guadalajara
Atienza
Distancia: 158 km. Tiempo: 2 h 1 min.
Siempre es entretenido recorrer el pueblo. Ver el castillo al atardecer es precioso. Se puede hacer un recorrido en bici.
Pernocta: Restaurante y hotel rural El Mirador. Habitación individual nº 101. Llevar tapones para el ruido de la caldera. La bici se puede atar a la reja de la ventana por fuera.
Brihuega
Sin pernocta, a 1 h o hora y pico. Muy buena visita para pasear una mañana, ver monumentos y el museo (aunque hay que pagar entrada en todo) y comprar miel.
Me falta probar a llevar la bici y hacer un recorrido por ahí, y ver también el castillo de Torija, que no he visto.
Campillo de Ranas y La Vereda
Parece que no está tan lejos, pero cuesta llegar, carreteras estrechas. 2 horas, 124 km. Pueblos negros de Guadalajara. Hice un buen recorrido con la bici de montaña eléctrica. Sin pernocta.
Puedo explorar más pueblos por ahí.
Cifuentes y Ruguilla
1 h 26 min, 130 km. Pueblo con algunas cosas bonitas, pero también muy descuidado. Hice recorrido en bici, con la intención de ir hasta Trillo, pero me lo impidió una batida de caza. Quizá pueda intentarlo de nuevo.
En Cifuentes hay buenas iglesias para ver y admirar.
Descubrí Ruguilla, un pueblo cercano pequeño y bonito, con bodegas rupestres y muchos gatos. Puedo ir ahí simplemente a subir a un cerro y mirar el paisaje.
Cogolludo
1 h 15 min. 101 km.
Palacio de los duques de Medinaceli y más cosas. No estaría mal volver y pasar allí más tiempo relajadamente.
Sin pernocta.
Guadalajara capital
Pernocta innecesaria. A unos 45 minutos en coche, monumentos interesantes como el Palacio del Infantado, el instituto de secundaria que es también un palacio renacentista, la casa de Buero Vallejo y más cosas.
Siempre echar gasoil en la gasolinera Ballenoil a la salida, siguiendo la indicación del "Polígono industrial El Balconcillo".
Hayedo de Tejera Negra - Cantalojas
Tiene que ser con buen tiempo porque lo más atractivo es acampar en el cámping Los Bonales, en las parcelas 22 o 23, que tienen sombra y menos tránsito.
Si se quiere evitar el cámping, hay que ir Grado del Pico, que pertenece a Segovia, y alojarse en el único hostal que hay, que no es barato, pero de calidad suficiente. Hay libros de la editorial Gredos y el ruido del bar no molesta porque hay buenas puertas que aíslan las habitaciones.
Hay que llevar la bici, ya sea la grável o la de montaña, para llegar al hayedo o al río donde se puede uno refrescar en verano.
Pastrana
1 h 17 min, 98 km. Distancia asequible para no necesitar pernocta. Tuve ganas de comprarme una casa allí. Hay que ver el Palacio Ducal y la iglesia donde está el museo de tapices, entre otras cosas. Es entretenido recorrer el pueblo. Hay que coger el coche para ver el convento que está a las afueras.
Comida: el pequeño bar que está al lado del palacio pone buenos bocadillos. Se llama Bar Palacio.
Pelegrina y Cañón del Río Dulce
1 h 28, 132 km. Está cerca y se puede aprovechar a ver Sigüenza. También miré una casa allí, pero requería obras caras.
Hay un paseo junto al río del que se puede subir para ver una cascada. Es para ir andando en un par de horas. No hay mucho más que hacer. No he visto rutas en bici interesantes.Riba de Santiuste
Es un secarral, pero me falta por ver el castillo. Por la zona, hay más pueblos donde se puede parar a ver icnitas (huellas de dinosaurio) y ruinas de iglesias románicas.
Sigüenza
Hay que ver monumentos y dar un paseo por el camino que sale del aparcamiento junto al castillo-parador. Con la bici se puede hacer un recorrido muy interesante, viendo castillos, yacimientos arqueológicos, salinas y el nacimiento del río Henares. Tengo el recorrido guardado.
Zorita de los Canes y Almonacid
Hay que ver Recópolis y pasear junto al Tajo en Zorita. También me quedan cosas por explorar por ahí.
Soria
Berlanga de Duero
Indispensable: ver la ermita de San Baudelio, a distancia de allí. Yo la vi yendo desde Atienza.
Berlanga tiene bastante que ver y conviene hacer noche.
Alojamiento: Posada Los Leones. Lo llevan hispanoamericanos, lo cual sorprende un poco en un pueblo de Soria. Me trataron bien.
San Esteban de Gormaz
Ver las iglesias románicas, las bodegas, las ruinas del castillo y el Duero. Todo lo hago de camino de ida o de vuelta de Ucero.
Burgo de Osma
Tengo que volver a ver cosas allí, sobre todo lo que no está en el propio pueblo: el castillo y alrededores.
Ucero
El Cañón del Río Lobos es un clásico. Llevé la bici una vez, pero aprendí a no intentar recorrer el cañón con ella porque hay que cruzar el río varias veces saltando de piedra en piedra, y es imposible con la bici eléctrica. Pero se pueden hacer otros recorridos.
Alojamiento: Posada de Los Templarios. No es lo más barato, pero está bien. Son amables y me guardan la bici en el cuarto de la caldera.
Yanguas
3 horas, 277 km. Fantástico lugar. Ruta en bici soberbia.
Alojamiento: El rincón de Marta. Muy amables. Tengo su contacto para no reservar a través de Booking.
Segovia
Cuéllar
1 h 41 min, 162 km. Interesante visita. El entorno es un secarral, pero el pueblo (grande) tiene bastantes cosas. El castillo, que es un instituto de secundaria, está muy bien.
Alojamiento: Apartahotel Santa Marina. Fueron amables y son habitaciones con cocina y nevera, así que se puede llevar comida sin problemas.
Grado del Pico
Preciosa iglesia románica. Lugar desde el que se puede llegar en bici a Cantalojas y al Hayedo de Tejera Negra.
Alojamiento: Hotel Rural Grado del Pico. Me dio el contacto María, la del camping Los Bonales, que conoce a la que lleva ese hostal. También me guardaron la bici en el salón. Las puertas son buenas, aíslan del ruido del bar y hay libros de clásicos grecolatinos de la editorial Gredos. Lo malo es que en la habitación en la que estuve olían mal los desagües del baño.
Maderuelo
No hice pernocta, pero tal vez se pueda buscar por ahí para ver todo con más detalle. Muy importante: no llevar la bici si ha llovido o está lloviendo, por el terreno arcilloso.
Tengo que ver una ermita de la cual se arrancaron pinturas románicas que están en el Museo del Prado.
Toledo
Los Navalmorales y Malpica del Tajo
Mazapanes. En Malpica, impresionantes vista del Tajo y del castillo privado que no se puede visitar.
Desde Los Navalmorales, me queda por ir a la cascada del Chorro de los Navalucillos y subir el monte Rocigalgo, el más alto de los Montes de Toledo.
Burgos
Lerma
Ver monumentos y comprar morcillas. Acordarme de llamar a Roberto Rodríguez Gómez, amigo y guía turístico que conocí en Silos.
Santo Domingo de Silos
Ver el monasterio y caminar hasta la Yecla. Esto conviene hacerlo a la vuelta de San Millán de la Cogolla (La Rioja).
Covarrubias
Precioso pueblo. Me falta por ver las ruinas del monasterio de San Pedro de Arlanza.
Valladolid
Peñafiel
Tengo que ver este lugar más atentamente. Lo vi después de Cuéllar y de allí volví a Madrid.
Aragón
Calatayud
Villarroya de la Sierra
Hay una piscina gratis estupenda a la salida del pueblo. También son agradables sus calles y los dos cerros con fortificaciones medievales, que también tienen restos de bodegas rupestres.
Este documento continuará indefinidamente.
sábado, 1 de marzo de 2025
"Me tiraste un limón", de Miguel Hernández
A colación del insuperable vídeo de Jesús G. Maestro, me he propuesto intentar comentar el célebre poema de Miguel Hernández, brevemente, con una orientación más de enseñanza media o bachillerato y con unas aportaciones mías.
Dejo aquí el vídeo del famoso profesor:
Él no me conoce a mí, pese a que lo vi una vez en Madrid y lo sigo desde hace unos ocho años, escuchándolo casi todos los días. Soy discípulo en cuanto a lo racional y científico de la interpretación literaria se refiere, hasta donde me es posible. En otros aspectos, albergo dudas y no puedo seguir sus argumentos con convencimiento. Pero ya pensaré en ello y tal vez me atreva a dejar por escrito mi visión del asunto. De todos modos, él estaría orgulloso de hacer pensar a la gente y no de convencerla para que lo sigan, ya que no quiere seguidores, sino "hacer que la literatura tenga valor". Y lo consigue cada día.
El caso que nos atañe ahora es el genial poema de Miguel Hernández, que dice así:
Me tiraste un limón
Me tiraste un limón, y tan amargo,
con una mano cálida, y tan pura,
que no menoscabó su arquitectura
y probé su amargura sin embargo.
Con el golpe amarillo, de un letargo
dulce pasó a una ansiosa calentura
mi sangre, que sintió la mordedura
de una punta de seno duro y largo.
Pero al mirarte y verte la sonrisa
que te produjo el limonado hecho,
a mi voraz malicia tan ajena,
se me durmió la sangre en la camisa,
y se volvió el poroso y áureo pecho
una picuda y deslumbrante pena.
No voy a contar aquí la vida de Miguel Hernández, ni nada de su obra, de su estilo, de las vanguardias ni de la generación del 27. Todo eso se puede encontrar en cualquier parte.
Y ahora tengo que volver a citar, como he hecho muchas otras veces, a mi otro gran maestro, anterior en mi vida, cronológicamente, al citado Jesús G. Maestro, pues este otro fue profesor mío en la UNED en Madrid, primero en Filología Hispánica y luego en el Máster de Formación e Investigación Literaria, así como mi tutor del TFM. Me refiero a Juan Victorio. La foto que me hice con él en Ordesa se ha hecho muy famosa:
- Tema.- Estructura.- Recursos.- Comentario.
-Estructura interna: cómo se divide el contenido del poema internamente, es decir, en qué partes puede dividirse.-Estructura externa: la forma del poema, qué tipo de estrofa es, número de versos, métrica, rima, etc.
- Primera parte: los dos cuartetos. El poeta sufre el impacto de un limón arrojado por su amada y se excita sexualmente.- Segunda parte: los dos tercetos. Tras la conjunción adversativa "pero", y tras el lanzamiento del limón, el poeta se queda prendado de la sonrisa de la mujer, se sosiega y la excitación se torna en enamoramiento que augura tristeza, al acabar con la palabra "pena".
Como decía Juan Victorio, no queda mal combinar el apartado de recursos con el de comentario. Se pueden buscar figuras retóricas y aspectos lingüísticos reseñables en cada verso o cada estrofa y aprovechar a comentar algo al respecto. De todos modos, cuando terminemos, conviene añadir un apartado de conclusiones o un párrafo de cierre.
Gentil caballero,dédesme hora un beso:siquiera por el dañoque me habéis hecho.Venía el caballero,venía de Sevilla,en huerta de monjaslimones cogía,y la prioresaprenda le pedía:“siquiera por el dañoque me habéis hecho”.
Por las riberas del ríolimones coge la virgo.Limones coge la virgopara dar al su amigo.
Lávanse las casadascon agua de limones;lávome yo, cuitada,con penas y dolores.
Es la mujer del hombre lo más bueno,y locura decir que lo más malo,su vida suele ser y su regalo,su muerte suele ser y su veneno.
domingo, 6 de octubre de 2024
Nostalgia de Iberia
Viernes 4 de octubre de 2024
Estoy sentado en mi butaca, la 30D (pasillo), en este vuelo de avión de Las Palmas de Gran Canaria a Madrid, tras una breve estancia en la ciudad por un viaje de trabajo, un curso de Erasmus.
Este asiento está en la penúltima fila. Estoy muy cerca del galley posterior (no recuerdo el número), donde trajinan los TCP (azafatas y azafatos). Son dos mujeres y un varón, todos jóvenes, guapos y con dientes blanquísimos. Al hombre, un joven de pelo y barba castaños, casi rubio, con esa barba perfectamente peinada y recortada, le comenté, mientras esperaba a que embarcase la gente, que fui empleado de Iberia durante muchos años. Dije que fui TMA y luego me preguntó que qué hacía. Me sorprendió que no supiese lo que significaban esas siglas, que para mí iluminan el mundo y son un hito en mi vida. Se lo dije y comentó:
-Ah, mantenimiento -y añadió-: Pues este avión tiene siempre averías. Tiene más de veinte años.
Era cierto que el avión tenía solera. Me quedé sin saber la matrícula, entre unas cosas y otras. Era un A320-200, muy distinto del flamante 321, novísimo y larguísimo, del viaje de ida. En éste, al estar en el pasillo, pude pasar al baño y sonreí ante los conocidos muebles y accesorios, viejos y con algún desconchón de pintura. Abrí el cajoncito donde solía haber pastillitas de jabón "Heno de Pravia", pero eso ya era historia: ahora hay sobrecitos de jabón líquido. Pulsé el botón del "flush" y recordé cuántas veces le dábamos al limpiar la línea de residuos con hielo picado y vinagre, con el largo tubo marrón enchufado a la Kärcher que metíamos poco a poco, en un armonioso trabajo en equipo: uno abajo con la máquina, otro en la puerta, otros dos acuclillados en el váter, con el codo del desagüe desconectado, sujetando el tubo con guantes de nitrilo y trapos... Recuerdo una anécdota con un trapo que fue ingerido accidentalmente, culpa mía. Aunque luego se solucionó.
Abrí la portezuela del mueble del lavabo para comprobar -más bien contemplar- la pequeña botella extintora redonda, esa pelotita metálica, y ver que tuviera la aguja en la banda verde.
En este vuelo no me dormí. Me había puesto tapones de oídos, que eran reliquias de mis viejos y atesorados EPIs de Iberia, tapones 3M de esponjita amarilla, de los pocos nuevos que me quedaban todavía de hacía más de seis años.
Porque hace seis años, un mes y tres días desde que dejé Iberia, desde que rompí mi mejor relación (como si fuera una pareja) sin verdadera necesidad, desde que traicioné mis recuerdos de juventud y comencé a enterrarlos, como a paladas de tierra sobre un féretro, hasta dejarlos sepultados a tres metros bajo tierra. A seis, a seis metros como seis años, y cada año están más profundos.
En el galley posterior, el joven TCP, mientras habla con sus dos compañeras, se pone a estornudar. Estornuda una y otra vez, mientras las chicas siguen hablando. Pero el joven sigue sigue estornudando varios minutos más. Una de ellas, cuasidivina, con unas facciones de lo más atractivas a la vez que de semblante cercano y simpático, de lo más deseable (yo recordaba los versos de Rubén Darío: "Juventud, divino tesoro, ya te vas para no volver..."), sale y abre el maletero sobre la fila 31 izquierda (LH), un maletero más corto y con tres pegatinas. Saca una maleta de plástico rígido naranja y se la lleva atrás. La utilizan y el azafato deja de estornudar. Es el kit médico, que yo siempre vi cerrado y precintado. La tripulante lo guarda en su sitio y echa encima dos bolsas de tela marrón, que había sacado previamente. Sé perfectamente qué hay en esas bolsas: extensiones de cinturón de seguridad. No sé si había quince o si eran veinte. Había que contarlos.
Recordé cómo llamábamos a esa tarea de revisar todo el equipo de emergencia y accesorios de cabina: el "equipo mínimo". Era un trabajo agradecido, sin mancharse ni ponerse en posturas difíciles. Podría enumerar los nombres de grandes compañeros con quienes hice esa tarea. Aunque de algunos ya he olvidado el nombre y sus figuras azules se me aparecen borrosas.
Ahora, o entonces, mientras escribía en ese vuelo, pensaba que tal vez me costaría menos estudiarme todos los módulos de la licencia de TMA, que tendría que sacarme otra vez al haberme caducado, y superar todas las pruebas necesarias para reentrar en Iberia, que hacer la burocracia que hago como profesor de secundaria, y la que me queda, porque cada año va a más. Me engañan y me engaño. Me exploto yo más que nunca y me explotan, por mucho que sea funcionario. Pero no me ayuda pensar esto, me parece. No lo voy a hacer. No se puede retomar una relación que ya terminó, como en las relaciones sentimentales, porque ni esa mujer, ni yo, somos los mismos.
Pero la Iberia que dejé me sigue doliendo y me dolerá siempre.
jueves, 15 de agosto de 2024
Diario de la playa del Albir
Sábado 5 de agosto de 2023, Alfaz del Pi.